Columnas

Gustavo Cordera o el imperio de la sombra. Un análisis desde la psicosociología junguiana
por Antonio Las Heras

Las declaraciones del cantante Gustavo Cordera de evidentes características discriminatorias y que entrañan violencia de género suscitaron el inmediato repudio. Desde el análisis junguiano esto no es otra cosa que el imperio del Arquetipo de la Sombra toda vez que su posición es dar por tierra la normativa que permite una convivencia civilizada para atender sólo a los impulsos animales que –por supuesto– aún habitan en cada uno de nosotros, los humanos. La propuesta emergente de sus palabras no es otra que destruir el contrato social…

La ecografía y la gravidez
por Eva Giberti

La introducción cada vez más sofisticada de la visualización ecográfica en obstetricia sugiere replanteos acerca de la cosificación del cuerpo de la mujer, del efecto subjetivo de la transparentación de lo que permanecía oculto hasta el parto, del despliegue imaginario consiguiente, de las significaciones en juego, de las incidencias en la relación madre-feto-bebé, en la libidinización, etc. Cierto extrañamiento, la visualización de lo que era vedado, la distancia de lo mítico… y desde una lectura psicoanalítica, múltiples determinaciones de los avatares en juego.

“Prime Time”
por Santiago Thompson

El varón prefiere arriesgar, en ocasiones, poco menos que su vida, antes de poner en riesgo los semblantes de la potencia. Si, en alguna de las formas de la inhibición masculina, la penetración coincide con la detumescencia el “ponérselo” parece duplicar este momento… La función del falo implica al cuerpo como instrumento, y está ligado a la dimensión de la performance. Se abre, entonces, una disyunción entre la performance y el deseo por la intrusión del falo en el encuentro entre los sexos… Es evidente que el “ponérselo” intensifica tal disyunción. El varón de hoy puede permitirse cualquier riesgo, menos el riesgo de no poder.

El fallo de Messi y el traspié argentino
por Marta Gerez Ambertín

Al parecer el imperativo ensombreció al mejor jugador. La orden fatídica “¡falla!”, que cruzó como un rayo al campeón, tal vez provenía de su intimidad asediada de mandatos. Y en ese momento sombrío efectivamente yerra porque cabeza, estómago y piernas están "hechos pelota" por la presión de convertirse en el conductor del éxito de una nación donde sobran los conductores hacia la caída-depredación.

El “Brexit” de Messi
por Sergio Zabalza

La “meritocracia” no va más allá de cubrir con un manto edulcorado la ilusión individualista por excelencia: no dependo de nadie, mis triunfos son solo míos y los fracasos son culpa de los otros. Nada mejor para abordar el Brexit de Messi que las consideraciones vertidas por Lacan en su texto sobre “La psiquiatría inglesa y la guerra”… y las de Wilfred Bion que supieron apelar a la responsabilidad colectiva para ir más allá de las arcaicas defensas que dejan aislado al individuo. No sabemos si Messi leyó a Bion, pero es de esperar que su gesto contribuya a la asunción de responsabilidades que despierta la conciencia de los interesados “y restablece en ellos el sentimiento de dignidad.

¿Por qué la paz? Relectura del texto freudiano
por Mirta Goldstein

El comediógrafo Plauto, dijo en Asinaria: “lobo es el hombre para el hombre cuando desconoce quién es el otro”. ¿Cómo lidiamos en lo social con este desconocimiento? ¿Podemos superar el mito del amo y el esclavo? Este mito resuelve el “o yo o tu” de la infinitud de la lucha a muerte, con la dialéctica “yo no soy sin ti”, o sea, dejando sin autonomía a dominador y dominado porque no hay amo sin esclavo como no hay Dios sin creyente (Borges); en esta salida sin salida hay dos condenados a la repetición... la circularidad paradojal de la repetición: lo simbólico también es guerrero, lo simbólico no es confiable pues engaña, el significante puede estar en guerra con otro significante y también enloquecer... Pretendo desmontar la fantasía de que la paz es lo originario y debemos nostálgicamente volver a su paraíso o a la fantasía de un Nirvana. Se trata de que construimos el mundo real, simbólico e imaginario con lo inmundo.

El auto de la meritocracia
por Sergio Zabalza

Una propaganda de autos habla de meritocracia al imaginar una sociedad en la que, supuestamente, cada Uno tendría lo que se merece… Flota la idealización propia del criterio esencialista. Es decir sujetos auto fundamentados con capacidad de auto determinación. La clínica psicoanalítica desmiente este ardid individualista... La única vara que la meritocracia propone para medir el esfuerzo es la medida del mercado, tan sádica y caprichosa que amenaza sacarnos a todos de pista.

¿Es el adicto responsable ante la ley?
por Alberto Álvarez

Cada droga es legitimizada en cierta cultura dependiendo de su relación con lo sacro. Así se entiende por que las drogas tradicionales van perdiendo lugar en algunas culturas al mismo tiempo que lo pierden las creencias religiosas. Por la marginación de los ideales, se va acentuando, que el ideal que emerja sea justamente la ausencia declarada de todo ideal. El mercado y las mercancías son lo contrario del ideal… Nos enfrentamos a una nueva angustia que antes se desconocía… Quienes no soportan el carecer de alguna certeza que sostenía el ideal, buscan maneras de suplir esta carencia… Apostamos desde el psicoanálisis a recuperar el valor de la palabra, trabajando el fantasma de que haya que vivir una existencia sin falta.

La juventud deglutida
por Diana Sahovaler de Litvinoff

¿Qué otra escena hay tras la escena del ideal de juventud? Los jóvenes impulsan el mercado y a su vez son manejados por él. La forma de anular a la juventud es “deglutirla”, se la convierte en un objeto de consumo, en un objeto de culto. Se le vacía su significado, su cuestionamiento, su rebeldía, sus innovaciones y se da lugar a un producto estético asociado a la fiesta, al hedonismo. La fuerza de esta imagen se impone como ideal para dejar de lado, en la oscuridad, a otra concepción de juventud: la que mira con ojos críticos, la que denuncia, la que propone cambios profundos. Todos podemos ser jóvenes. Salvo ellos, los jóvenes, que deberán buscar caminos alternativos y creativos para recuperar “el divino tesoro”.

El discurso perverso y las fiestas electrónicas
por Alberto Santiere

Si no se ve no existe. La cifra de las muertes transmuta lo que está destinado a ser sabido pero no hablado. No se trata de narcotráfico pero se comercializan cifras astronómicas en microscópicas pastillas. Todos saben, la venta sigue… Si la medida de la ganancia precisa que el desborde sea norma, ¿cómo evitar que muchos actores hagan propio el exceso –cuándo la regla es el borde–? “Costa Salguero”, reflejo de una sociedad que pone fuera lo que no quiere ver dentro Y de factores de poder que sostienen renegatoriamente el negocio de unos pocos. En esa costa, ¡la ruta del agua… salpica!



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