Columnas

¿Nos dejamos enseñar por el arte o nos alienamos en el intento? "Casificación" y "psicosplaining" en psicoanálisis
por María Magdalena

Parece una obviedad decir que los artistas, a los psicoanalistas, nos llevan la delantera. Sin embargo, desde Freud y Lacan hasta la actualidad, se siguen tomando obras literarias para armar casos con sus autores y situar coordenadas que sólo podrían trazarse en la experiencia analítica. Habrá que repensar, entonces, cómo sostener la siempre intrincada relación entre el psicoanálisis y la literatura sin apelar a la casificación y el psicosplaining.

El deseo de vivir
por Teodoro Pablo Lecman

El psicoanálisis encara, en un altísimo nivel de confianza necesaria y de complejidad contextuada en la cultura y en la abstinencia y el propio análisis del analista, su formación de toda la vida y su experiencia histórica, elaborar cuál puede ser el deseo y el goce que está tratando, más allá del “duro deseo de durar” (“le dur désir de durer”, Paul Éluard), en el deseo de vivir, en una época donde el absurdo reina.

Habitar cuidados en violencias. Retrocesos actuales y efectos sociopolíticos frente al retiro del Estado
por Jésica Ramírez y Tamara Yael Alfaro Moreno

El retiro del Estado como decisión política produce implicancias en la ciudadanía en general y en determinados grupos en particular. El desfinanciamiento de políticas públicas que trabajan con violencias produce la pérdida de acciones fundamentales y deja a las mismas bajo la égida de las fuerzas de seguridad. Nuestro planteo es que se produce en el abordaje de las violencias la pérdida del acompañamiento profesional, y el lugar de intermediario-tercero que permite un campo reparatorio y de cuidado para quienes realizan el gran salto que implica reconocerse como víctima, y pedir ayuda.

Escuchar es también un acto político
por Leticia Gambina

El siguiente trabajo apunta a rescatar la importancia de las políticas públicas y de la intervención del Estado frente a situaciones de violencia de género. Es necesaria la palabra de la mujer que padece violencia, pero también de un otrx que aloje y escuche, para que se inscriba como tal, en quien la padece, pero también en la sociedad en su conjunto, la cual es parte del sostenimiento de la violencia. Para que una mujer pueda salir de allí se necesita de un proceso colectivo, dado que no es sin lxs otrxs, que se articula esa posibilidad.

Posibilidades de la construcción actual de la situación analítica
por Teodoro Pablo Lecman

“Si Freud toma en cuenta la posibilidad de que los profanos no analistas hagan análisis aplicado, al arte, a la sociedad, a la historia, etc. (como sucedió con Reik y Rank), no deja de indicar por eso la necesidad de hacer una clínica de las neurosis, una experiencia de las neurosis, como prueba de fuego y formación necesaria. Obviamente esa clínica de los otros se demostró, con el tiempo, que no podía ser sino empezando por el análisis personal propio (Selbstanalyse) y que las neurosis tipo varían con las épocas (como en el Malestar, el desajuste, en la cultura global actual), son apenas un modelo y cada caso es singular. A esta necesidad la llamó en un texto “Una dificultad del psicoanálisis” (Eine Schwierigkeit der Psychanalyse). La dificultad de su experiencia fundamental. Creemos que en esta época esa dificultad se ha multiplicado por cuya causa hay que actualizarla en todos los momentos y condiciones de las variantes del proceso analítico.”

Ligas rotas, o el bombardeo narcisista
por Liliana Kancepolski

“Como sujetos y como grupos de sujetos, nuestros enlaces han estado siendo bombardeados históricamente, de manera tal que se generan procesos similares a los que se dan cuando las células o las URLs son atacados por virus naturales o informáticos, o las partículas, por neutrones... Un virus no puede replicarse solo; por el contrario, debe infectar a las células y usar componentes de la célula huésped para fabricar copias de sí mismo. Como un perverso narcisista, un virus necesita de otros organismos para poder ser él mismo”.

Celos y paradojas de la vida amorosa (Crímenes por celos)
por Marta Gerez Ambertín

Los celos son “normales”, consustanciales a la subjetividad. Pero, si es así, ¿por qué se deplora padecer de celos?, ¿por qué los celos son temibles? Porque señalan una mácula, ubican la vulnerabilidad de cada quien al recordar la presencia constante como una sombra de algún/a rival que asecha implacable. Y, así, muestra a cielo abierto el “talón de Aquiles” de toda subjetividad, esa indefensión, esa fragilidad con la que todes conviven… En tiempos desasosegados, de crisis social y económica, muchas angustias se lateralizan hacia la vida amorosa por eso abundan las consultas al respecto.

El sujeto del simulacro
por Amelia Haydée Imbriano

En la praxis contemporánea interesa una gran diversidad de fenómenos tales como el estilo de gestión del discurso, la distribución del poder, los modos de devastación de la autoridad, los efectos de la inteligencia artificial. Su combinatoria es la máxima fábrica de simulaciones. Por eso es menester interrogarnos sobre el narcisismo implicado en la simulación. ¿El sujeto dónde está? El sujeto del simulacro está por fuera de la metáfora, y, por fuera de la historia, pues se cree autor de sí mismo, y vive siempre en el tiempo de la cosa ‒veloz y efímero‒. El sujeto está atrapado en la identidad de percepción. Es un sujeto percipiens. Se trata de un sujeto que no puede hacer frente a la pulsión de muerte y arrastra a los otros al mismo barro.

Del deseo al Malestar en la cultura (el infinitivo del deseo ya no es una alegría en el aire)
por Teodoro Pablo Lecman

El deseo, presentado como infinitivo, como deseo del deseo del Otro, como insatisfecho desde el principio va girando desde 1920 en adelante a aceptar el goce mortífero, el más allá del principio del placer, la culpa inconsciente y la pulsión de muerte. La voluntad de poder se impone en la historia cada vez más globalmente y marca el lazo social y el lazo erótico con estigmas de segregación, odio y voluntad de “El yo soberano” sectario (Elisabeth Roudinesco)… El tema que nos ocupa es siempre la relación del psicoanálisis y la subjetividad de la época.

"Amor Febrero"
por Matilde Sosa

Es hora de anudar jirones, yerras y marcas en la carne, carne hecha verbo, palabras, cadena de significantes, puntos fuertes sin soltar, padecimientos hechos constructos de construcciones en salida. Porqué entraron por los poros para romper luego la membrana ciudadana, la de todos, y sin filtro pasar a su antojo. Hacen falta manos y lenguajes, que desafíen todo binarismo hegemónico, que construyan nuevos sentidos y disputen los coloniales… Urge la necesidad de no reproducir el modelo del que está preso el sujeto, en donde sin amor y sin el otro, es imposible gestarse.



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