Literatura

¿Qué hay de la escucha del poeta... hacia el poeta? Sirviéndose de Holderlin, Juana de Arco, de la dictadura, del lenguaje, Ianina va tramando una voz que se hace oír. O se lo intenta al menos. La voz que refleja una palabra viva. Que sin embargo no entra en el entendimiento. Porque, en definitiva, participa del silencio... tal vez un modo del olvido. O no.

¿Qué vale la palabra cuando dice “moneda”, “cobre”, “centavo”? ¿Será lo mismo un recuerdo, un recuerdo dicho, una memoria con o sin relato? Los poemas de Aixa vuelven a precisar que el lenguaje a veces no basta, o valen lo que valen. Lo importante nunca fue el lenguaje, sino, abrir el juego.

¿Qué perdemos en el duelo? ¿Un ser querido, una parte de sí mismo? ¿Es equivalente a una amputación? Tomando el texto de Un duelo observado, de C.S. Lewis (el conocido autor de “Narnia”), la autora despliega sus interrogantes, entrelazándolos con cuestiones psicoanalíticas, además de otros textos. Es un modo de ir cercando un límite al decir. Lo que incluye la pregunta: ¿hasta cuándo la elaboración de un duelo? ¿Cuándo parará?

Este texto, que incursiona sobre la escritura del analista, muestra que aquella que no aloja meras palabras en el papel, sino que tiene la función de la interpelación (en el mejor de los casos). Pues podría ser una forma de hacer con el saber, con el deseo, con la escucha.

En una prosa poética Lara nos invita a corporizar la pandemia para hacer de ella una reflexión, mitad analítica, mitad narrativa... o tal vez para despertarnos en un relato que las incluya.

A través de la novela Catedrales de Claudia Piñeiro, la autora nos va proponiendo una trama que complejiza y a la vez no, sobre esta fascinante historia.

Un poema sobre el oficio del escuchante. Dado que hay una literatura del psicoanálisis.

¿Acaso existe un momento mejor para leer obras de autores confinados? afirma la autora de este artículo, donde conjuga la escritura clínica sobre un paciente, que encuentra el eco de su desgracia en la novela “En búsqueda del tiempo perdido” de Proust.

El autor propone “afuerarse” en lecturas, singulares, aquellas que hacen con el olvido, con el recuerdo, con el arte y el afuera. Pero también con el sueño, y la ciudad; o los sedimentos de un pasado que se presentan cada vez que estamos dispuestos al encuentro. Un encuentro entre la literatura y el psicoanálisis.

Porque hay cuerpo es que hay goce, nos va instruyendo este texto, que aborda la anorexia. Y lo aborda desde el libro: Días sin hambre, Delphine De Vigan. Un punto de cruce entre la literatura y el psicoanálisis, para que este último se expanda.